¡Bienvenido!

Al registrarte con nosotros, podrás discutir, compartir y enviar mensajes privados con otros miembros de nuestra comunidad.

¡Regístrate ahora!

Debate El bucle maldito

?Eidri?

Editora nazi☠
Nivel 4
Mensajes
343
Puntos de reacción
1,552
En lo profundo de las sombras, en un lugar olvidado por el tiempo, un chico llamado Carlos se encontraba encerrado en una habitación lúgubre y desolada. Las paredes desconchadas y el aire denso creaban una atmósfera opresiva que teñía de miedo cada rincón. En medio de aquel lugar siniestro, Carlos compartía su cautiverio con una asesina serial. La asesina, cuyo nombre se había perdido en los susurros del pasado, era un espectro de la oscuridad. Su presencia era tan helada como el viento que soplaba por las rendijas de la puerta. Su rostro, oculto detrás de una máscara macabra, no mostraba ninguna emoción humana. Solo sus ojos, llenos de malicia y sed de sangre, revelaban su verdadera naturaleza.

Cada vez que la noche caía sobre aquel lugar maldito y ensangrentado, Carlos se veía atrapado en un bucle macabro. Horas antes de que la asesina lo matara con su cuchillo afilado, el tiempo se detenía y todo volvía a empezar cual tortura. La pesadilla se repetía una y otra vez. Carlos sentía cómo su cordura se desvanecía lentamente mientras las cicatrices de las heridas anteriores comenzaban a cubrir su cuerpo. Los remanentes físicos del tormento al que era sometido se multiplicaban con cada ciclo infernal. Cada vez que moría a manos de la asesina, su agonía se volvía más intensa y su alma más frágil.

Desesperado por escapar de aquel destino ineludible, Carlos buscaba una forma de romper el ciclo. Exploraba cada rincón de su prisión, buscando pistas ocultas que le revelaran la verdad detrás de su tormento. Sin embargo, cuanto más se adentraba en la oscuridad, más se extraviaba en un laberinto de miedo y desesperación. A medida que Carlos se debatía entre la vida y la muerte una y otra vez, su mente se llenaba de visiones horripilantes. Pesadillas que trascendían lo imaginable se entrelazaban con la realidad distorsionada de aquel lugar maldito. Ya no sabía qué era real y qué era una ilusión creada por su propio miedo.

☠☠☠☠☠

Dejo esta historia aquí, esperando que alguien valiente tome el relevo y continúe el escalofriante viaje de Carlos. Invito a aquellos dispuestos a desafiar la oscuridad a escribir el siguiente capítulo, revelando si Carlos puede encontrar una salida o si quedará atrapado para siempre en este tormento infernal.

¡Sean creativos!
 
Una noche, Carlos despertó en su habitual agonía, recordando casi más que su propio nombre la secuencia de torturas diarias a las que era sometido.

Temblaba de miedo. Cansado y a punto de darse por vencido descubrió algo inusual...la celda estaba abierta.

La huida se convirtió en la mayor carrera de su vida y también la más difícil debido a la debilidad física que lo embargaba.

Lejos de las sombras que envolvían lo que fue un día su cautiverio había un mundo. Corrió por más tiempo del que podía, fue como si pasaran días en aquella carrera. Llegó a preguntarse si su salida era real, si la carrera lo era.

Pero para disipar sus dudas llegó el mundo real, atrás quedaron los paramos desolados de oscuros bosques en penumbras escalofriantes por los que huía desesperado.
Delante de el había un parque infantil, o eso distinguía mientras desbocado corriendo se acercaba a gran velocidad.

Cuando hubo llegado se dió cuenta de algo, la mayoría de equipos dónde otrora servían de refugio a los niños ahora yasian oxidados y descompuestos, la pintura desvaida y la hierba crecía a su antojo, el mundo real estaba roto.

En medio de aquel misterioso parque descuidado había una joven cuyo vestido rosa le otorgaba cualquier edad imaginable, estaba meciendose en el columpio apaciblemente de espalda a él.

Carlos creyó que por fin encontraba la civilización, pero al acercarse se dió cuenta de algo, a sus pies había un cuchillo ensangrentado y la hermosa y libre hierba ocultaba montones de cadáveres ensangretados y esqueletos diversos...

Volvió la vista atemorizado hacía el columpio y se encontró con unos ojos que conocía bien.
La chica de la máscara ya no se mecia, su vestido rosa era agitado por el mar de hierba que según creyó...se convertiría en su sepultura.
 
Carlos se quedó paralizado, sin saber qué hacer ni a dónde ir, mientras la asesina se acercaba lentamente hacia él con el cuchillo en mano. Sintió un nudo en la garganta y su corazón latía desbocado. Sabía que había escapado de su prisión, pero ahora se encontraba atrapado en otro tipo de horror aún más aterrador. La asesina de la máscara macabra y sus ojos llenos de malicia, parecía disfrutar de cada paso que daba hacia él. Sin embargo, descendió y sentó en la hierba de manera expectante.

El parque infantil, una vez un lugar lleno de risas y juegos, se había convertido en un escenario digno de alaridos. Los cadáveres ocultos bajo la hierba eran una prueba sombría de los horrores que habían ocurrido allí. Carlos se preguntaba cómo era posible que algo tan hermoso como un parque infantil pudiera transformarse en un cementerio silencioso, sitio perfecto para sepultar su alma. Mientras observaba a la asesina, recordó las palabras de su abuelo: "En los momentos más oscuros, encuentra la luz". Aquellas palabras resonaron en su mente y lo impulsaron a buscar una salida, una solución para escapar de aquel destino fatal. Miró a su alrededor en busca de alguna pista, algún indicio de esperanza. Fue entonces cuando notó un objeto brillante cerca del columpio donde la asesina se había sentado. Se acercó cautelosamente, bajo aquella gélida mirada y descubrió un pequeño diario entre las hierbas altas. Con manos temblorosas, lo abrió y comenzó a leer las páginas desgastadas.

El diario pertenecía a una niña llamada Emily, quien solía visitar el parque con su familia. Las primeras páginas estaban llenas de dibujos coloridos y relatos de juegos divertidos. Sin embargo, a medida que avanzaba en las páginas, Carlos se dio cuenta de que algo había cambiado. Los dibujos se volvieron oscuros y los relatos se tornaron inquietantes. Emily describía encuentros con una figura siniestra que acechaba en el parque. Hablaba de una máscara macabra y ojos llenos de malicia. Carlos sintió un escalofrío recorrer su espalda al darse cuenta de que la asesina que lo perseguía era la misma figura descrita por Emily en su diario.

Mientras continuaba leyendo, Carlos descubrió una última página escrita con trazos temblorosos. Emily mencionaba un antiguo ritual que supuestamente podía liberar al parque de la maldición y poner fin a los horrores que allí ocurrían. Había instrucciones detalladas sobre cómo realizar el ritual, pero también advertencias sobre sus peligros, sin embargo ¿A que se debía el bucle? Carlos notó que quizás era una maldición tan solo impuesta a su persona, que no habría forma de escapar de su perpetuo final pero sí de liberar lo que nunca fue suyo.

Con el corazón lleno de esperanza y determinación, Carlos sabía que debía arriesgarse y seguir las instrucciones del diario. Sabía que no tenía otra opción si quería sobrevivir y liberar aquel lugar de la oscuridad que lo acechaba.

De repente su mente divagó cuando alzó su mirada y el refilón de la contraria se llenó de algo inexplicable, un destello de luz cegadora envolvió a Carlos. Cuando pudo abrir los ojos nuevamente, se encontró en un parque infantil lleno de vida y risas. Los niños corrían y jugaban mientras los padres sonreían y conversaban animadamente. Era como si el horror que lo había atrapado fuera una tv ochentera en aquellos iris.

Ella sonrió, y el mismo glaciar fue lo que viajó entre sus poros mientras contenía la respiración...
 
Carlos había sido transportado a una ilusión de lo que solía ser aquel parque, por el espíritu de la niña, quien le mostró lo que era de aquellos lares antes de que la oscuridad los arroparse

La niña murió joven a la edad de 12 años a manos de la asesina macabra, pero logro trascender su espíritu por la pureza de su corazón, y fue designada (?) para ayudar a los vivos a encontrar el fin de aquel bucle sangriento

Camino a través de la gente, intentando comunicarse, pero no podían verlo ni oírlo, y dirigiéndose a un banco cerca de un sube y baja, se encontró con Siara, la niña que, varias décadas atrás, había escrito el libro

Siara mira a carlos a los ojos, y luego, gira a su derecha, mirando a Yami, una joven contemporánea a Carlos, cuyo cuerpo está repleto de cicatrices, por las innumerables muertes que ha sufrido

Así es, Yami también está atrapada en el bucle, y le revela a Carlos, que no es de su mundo, sino que viene de un universo paralelo, y que su verdugo, es un ser que escapó de lo más recondito y oscuro de otra dimensión, dónde solo existen monstruos y anomalías oscuras que sobrepasan las peores pesadillas... es aquí, dónde empiezan a aparecer las respuestas
 
Atrás