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Sin duda, el anonimato en internet le da poder y valor a personas que, muy probablemente, en la calle ni siquiera se atreverían a mirarte a la cara. Tenemos bien ubicadas las rivalidades históricas en Twitter, ya sea por no concordar en las mismas opiniones o ideologías. Esto es justamente el caso que les traigo hoy, porque esto pasó de la pantalla a la vida real. En teoría, diría que esto es algo terrible y que la violencia nunca es la solución, pero en este caso voy a hacer una excepción porque es lo necesario, justo y correcto en mi opinión. Alberto Pugilato, una persona que creo que su red social mas usada es Twitter y nunca había escuchado de él hasta hoy. En su perfil, dice ser patriota, padre de tres hijos, activista perseguido y censurado, y anti-agenda 2030. Es una persona que no se mantiene al margen de la situación y, contrario a estas personas, si ve algo anti-woke probablemente lo compartirá.
Imagino que expresar estas opiniones lo ha llevado a algunas discusiones y rivalidades. Uno de sus archienemigos resulta ser un cómico llamado Jaime Caravaca , que dice ser actor y artista polifacético. Rápidamente, vemos que es lo opuesto a Alberto. Así es, el yin y el yang, el Batman de su Joker. Si uno dice derecha, el otro dice izquierda. Alberto compartió una foto de su bebé de apenas 3 meses, y Jaime le contestó: "Nada ni nadie podrá evitar la posibilidad que sea gay y de mayor se harte de mamar pene de negro y de negro obrero. Nada de futbolistas, qué sabio es el tiempo, toca esperar."
No sé qué tan harto estaba uno del otro para llegar a este punto, pero esto no es gracioso ni rematado.
Días antes, Jaime había hecho comentarios similares. Alberto posteó una foto de él votando por Vox, y Jaime le contestó: "Tus hijos van a ser gays, quieras tú o no, y van a tragar de negro obrero por mucha bandera que les encasquetes."
Jaime, aunque dice ser cómico, sus comentarios no tenían gracia ni creatividad. Se metió con un niño, y esto es lo más bajo, ruin y patético que alguien puede hacer. Alberto, siendo padre, obviamente se enfureció y decidió enfrentar a Jaime en persona. Jaime había cancelado su actuación en Valladolid, pero Alberto lo encontró y le reclamó en persona. Alberto le dio una bofetada para que entendiera el daño de sus palabras. Jaime, tembloroso, pidió perdón al público. La violencia nunca es una opción, pero en este caso, Alberto actuó como un padre defendiendo a sus hijos. Sus acciones han sido polémicas, pero muchos creen que Jaime merecía esa lección. La vida no es Twitter, y este evento es una prueba de ello.
¿Qué opinas sobre este enfrentamiento? ¿Crees que Alberto hizo lo correcto al defender a su hijo de esta manera, o piensas que debería haber manejado la situación de otra forma?
Imagino que expresar estas opiniones lo ha llevado a algunas discusiones y rivalidades. Uno de sus archienemigos resulta ser un cómico llamado Jaime Caravaca , que dice ser actor y artista polifacético. Rápidamente, vemos que es lo opuesto a Alberto. Así es, el yin y el yang, el Batman de su Joker. Si uno dice derecha, el otro dice izquierda. Alberto compartió una foto de su bebé de apenas 3 meses, y Jaime le contestó: "Nada ni nadie podrá evitar la posibilidad que sea gay y de mayor se harte de mamar pene de negro y de negro obrero. Nada de futbolistas, qué sabio es el tiempo, toca esperar."
No sé qué tan harto estaba uno del otro para llegar a este punto, pero esto no es gracioso ni rematado.
Días antes, Jaime había hecho comentarios similares. Alberto posteó una foto de él votando por Vox, y Jaime le contestó: "Tus hijos van a ser gays, quieras tú o no, y van a tragar de negro obrero por mucha bandera que les encasquetes."
Jaime, aunque dice ser cómico, sus comentarios no tenían gracia ni creatividad. Se metió con un niño, y esto es lo más bajo, ruin y patético que alguien puede hacer. Alberto, siendo padre, obviamente se enfureció y decidió enfrentar a Jaime en persona. Jaime había cancelado su actuación en Valladolid, pero Alberto lo encontró y le reclamó en persona. Alberto le dio una bofetada para que entendiera el daño de sus palabras. Jaime, tembloroso, pidió perdón al público. La violencia nunca es una opción, pero en este caso, Alberto actuó como un padre defendiendo a sus hijos. Sus acciones han sido polémicas, pero muchos creen que Jaime merecía esa lección. La vida no es Twitter, y este evento es una prueba de ello.
¿Qué opinas sobre este enfrentamiento? ¿Crees que Alberto hizo lo correcto al defender a su hijo de esta manera, o piensas que debería haber manejado la situación de otra forma?