Helaena89
Nivel 5
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Esboce una sonrisa, que los espectadores interpretarian de orgullo cuándo mi superior colocó la insignia en mi pecho y mi nuevo rango en mi hombro.
No sonreía por el mérito de llevar dos estrellas en mi uniforme, ni de qué en lo adelante se refirieran a mi como “Teniente Coronel”
Simplemente me admiraba de lo fácil que cambian las cosas.
Como si fuera ayer recordaba las miradas reprobatorias de los policias. Y mis manos manchando de sangre el volante. Las feas y limitantes cintas amarillas y la expresión de todos al abrir el maletero del coche.
¿Qué puedo decir? Yo no me horrorizaba cuando ellos mostraban que preferían a alguien de su mismo sexo, o cuando alguno borracho venía dando tumbos de algún burdel.
¿Entonces por qué no podía yo preferir a las personas desnudas? Desnudas de piel…
El enemigo había puesto la misma cara de horror que aquella mañana los policias.
No habían demorado mucho en suplicar convertir sus gritos en explicaciones. Y que yo cambiase mi cuchillo por una pluma.
Y así era como estaba aquí de pie en este día, como un héroe. Hacía mucho habían desaparecido los papeles de juicios inconclusos dónde se me tildaba de “asesino serial”
Decidí que me gustaban las estrellas mucho más que los barrotes de la cárcel.
No sonreía por el mérito de llevar dos estrellas en mi uniforme, ni de qué en lo adelante se refirieran a mi como “Teniente Coronel”
Simplemente me admiraba de lo fácil que cambian las cosas.
Como si fuera ayer recordaba las miradas reprobatorias de los policias. Y mis manos manchando de sangre el volante. Las feas y limitantes cintas amarillas y la expresión de todos al abrir el maletero del coche.
¿Qué puedo decir? Yo no me horrorizaba cuando ellos mostraban que preferían a alguien de su mismo sexo, o cuando alguno borracho venía dando tumbos de algún burdel.
¿Entonces por qué no podía yo preferir a las personas desnudas? Desnudas de piel…
El enemigo había puesto la misma cara de horror que aquella mañana los policias.
No habían demorado mucho en suplicar convertir sus gritos en explicaciones. Y que yo cambiase mi cuchillo por una pluma.
Y así era como estaba aquí de pie en este día, como un héroe. Hacía mucho habían desaparecido los papeles de juicios inconclusos dónde se me tildaba de “asesino serial”
Decidí que me gustaban las estrellas mucho más que los barrotes de la cárcel.