Menudo nombrecito el de este post, pero así se llama la serie.
Curon es una serie de origen italiano, aunque existe realmente un pueblo llamado así al norte de Italia, en su frontera con Alemania.
Pero esto no es una clase de geografía, así que voy al meollo del asunto.
Curon es una serie de origen italiano, aunque existe realmente un pueblo llamado así al norte de Italia, en su frontera con Alemania.
Pero esto no es una clase de geografía, así que voy al meollo del asunto.
Esta serie la vi hace unos meses. La primera temporada cuenta con apenas 7 capítulos que duran lo de siempre, entre 40-45 minutos cada uno. Es de Netflix, por lo que hice un maratón de esos que te dejan sin dormir toda una noche. Peeero había que hacerlo xD.
El tema central es sobre unos gemelos, Mauro y Daria, que se ven obligados a mudarse a Curon con su madre, Anna. Los chicos jamás han puesto un pie en este pueblo tan pintoresco, y están acostumbrados a la vida metropolitana que hasta ese momento tenían en Milán. Adolescentes al fin, cada uno tira por su lado, así que tenemos a Daria, la hermana mayor por unos minutos. Típica chiquita rebelde (a mí me sacan de quicio siempre), que quiere hacer lo que le viene en gana. Mauro es más pausado y tranquilo, además de contar con una discapacidad auditiva que hace que tenga que usar un dispositivo en uno de sus oídos. Esto es importante en la trama, pero no les voy a decir por qué. Sin embargo, llegar a este pueblo, de donde proviene la familia Raina desde muchas generaciones atrás, no es precisamente motivo de celebración. Los Raina son repudiados por la mayor parte de la población, quien asocia a ellos una maldición. Maldición que, se supone, tiene que terminar. Por lo que muchos lo que quieren es que esta familia desaparezca de la faz de la tierra y pretender que nunca existieron.
La trama se desenvuelve cuando la madre de los chicos desaparece, así que recae en ellos el hecho de buscarla, junto al abuelo de ambos, quien, 17 años atrás, obligó a Anna a marcharse del pueblo por razones que no entendemos hasta muuuuuucho después.
Ver el archivos adjunto 757La serie me atrapó porque, a pesar de que Daria es una zoqueta y me hacía rodar los ojos más de una vez, pensando en las ganas que me daba de estamparle un libro por la cabeza, el resto de los personajes y la historia tienen ese no-se-qué que te engancha. Un pueblito bucólico en un paraje frío y montañoso. Una arquitectura antigua que se opone a algo mucho más moderno. Es decir, la tradición y el rompimiento de ella. El misterio de un campanario en medio de un lago. El campanario es real. La ciudad fue inundada a mitad del siglo XX, por lo que bajo la superficie del lago se encuentran edificios. Lo único que sobresale es dicha torre del campanario, que NO tiene campanas (y esto también es relevante para la trama).
No les puedo hablar mucho más porque les haría un spoiler tremendo. Es, en efecto, una de esas historias donde, para poder hablar de ellas, tienes que revelar partes de la trama, y eso le resta gracia al asunto.
Se supone que la segunda temporada la están filmando estos meses, o la terminaron, pero tengo ganas de ver en qué continúa.
Recomendada: SÍ
Calificación: 8.5/10
El tema central es sobre unos gemelos, Mauro y Daria, que se ven obligados a mudarse a Curon con su madre, Anna. Los chicos jamás han puesto un pie en este pueblo tan pintoresco, y están acostumbrados a la vida metropolitana que hasta ese momento tenían en Milán. Adolescentes al fin, cada uno tira por su lado, así que tenemos a Daria, la hermana mayor por unos minutos. Típica chiquita rebelde (a mí me sacan de quicio siempre), que quiere hacer lo que le viene en gana. Mauro es más pausado y tranquilo, además de contar con una discapacidad auditiva que hace que tenga que usar un dispositivo en uno de sus oídos. Esto es importante en la trama, pero no les voy a decir por qué. Sin embargo, llegar a este pueblo, de donde proviene la familia Raina desde muchas generaciones atrás, no es precisamente motivo de celebración. Los Raina son repudiados por la mayor parte de la población, quien asocia a ellos una maldición. Maldición que, se supone, tiene que terminar. Por lo que muchos lo que quieren es que esta familia desaparezca de la faz de la tierra y pretender que nunca existieron.
La trama se desenvuelve cuando la madre de los chicos desaparece, así que recae en ellos el hecho de buscarla, junto al abuelo de ambos, quien, 17 años atrás, obligó a Anna a marcharse del pueblo por razones que no entendemos hasta muuuuuucho después.
Ver el archivos adjunto 757La serie me atrapó porque, a pesar de que Daria es una zoqueta y me hacía rodar los ojos más de una vez, pensando en las ganas que me daba de estamparle un libro por la cabeza, el resto de los personajes y la historia tienen ese no-se-qué que te engancha. Un pueblito bucólico en un paraje frío y montañoso. Una arquitectura antigua que se opone a algo mucho más moderno. Es decir, la tradición y el rompimiento de ella. El misterio de un campanario en medio de un lago. El campanario es real. La ciudad fue inundada a mitad del siglo XX, por lo que bajo la superficie del lago se encuentran edificios. Lo único que sobresale es dicha torre del campanario, que NO tiene campanas (y esto también es relevante para la trama).
No les puedo hablar mucho más porque les haría un spoiler tremendo. Es, en efecto, una de esas historias donde, para poder hablar de ellas, tienes que revelar partes de la trama, y eso le resta gracia al asunto.
Se supone que la segunda temporada la están filmando estos meses, o la terminaron, pero tengo ganas de ver en qué continúa.
Recomendada: SÍ
Calificación: 8.5/10