Ara
Ex-Moderador
- 1,784
- 9,217
Hola forero/a se que hay muchos temas sobre cuentos de terror, suspenso...en fin...pero quisiera que posteen cuentos anónimos, cortos muy cortos, que te dejen pensando....que no te dejen dormir o al menos que demores en dormir...una cosa si son propios mucho mejor..... Aquí va el primero...
-Corre, corre, corre! Me repetía la voz en mi cabeza, pero no sabía de quién o de qué debía de huir, sólo sabía que mi cuerpo y mi mente querían escapar -Corre!! (otra vez esa maldita voz) y juro que corrí, pero hacia dónde ? Mi vestido blanco me pesaba, supongo que del barro de tantas veces que me tropecé con las raíces salientes de esos árboles, tan frondosos y altos que sentía que se me venían encima, y estaba oscuro, ni siquiera veía en donde pisaba -Corre! - ya me estaba cansando esa estúpida voz, así que me detuve, gran error, la voz no solo continúo, ahora habían más, me gritaban, ya no era mi cabeza, esas voces provenían de otro lugar, intenté seguirla pero eran demasiadas, no sabía donde ir, no sabía cuál escuchar, entonces me desmayé... Desperté donde siempre, un cuarto blanco, personas vestidas de blanco, yo con mi vestido blanco pero esta vez limpio y sin manchas. La voz continuaba pero estaba vez no me decía que corriera, no, solo me pedía una cosa. Si!! todo volvía a la normalidad ahora estaba en mi hogar, no sé si era el cielo o como ellos lo llamaban, Manicomio, era mi hogar, rodeada de personas y la voz de mi cabeza que me pedía: Mátalos a todos! Me encantaba el blanco pero no para mancharlo de barro en el bosque, sino para mancharlo de sangre, en mi hogar.
-Corre, corre, corre! Me repetía la voz en mi cabeza, pero no sabía de quién o de qué debía de huir, sólo sabía que mi cuerpo y mi mente querían escapar -Corre!! (otra vez esa maldita voz) y juro que corrí, pero hacia dónde ? Mi vestido blanco me pesaba, supongo que del barro de tantas veces que me tropecé con las raíces salientes de esos árboles, tan frondosos y altos que sentía que se me venían encima, y estaba oscuro, ni siquiera veía en donde pisaba -Corre! - ya me estaba cansando esa estúpida voz, así que me detuve, gran error, la voz no solo continúo, ahora habían más, me gritaban, ya no era mi cabeza, esas voces provenían de otro lugar, intenté seguirla pero eran demasiadas, no sabía donde ir, no sabía cuál escuchar, entonces me desmayé... Desperté donde siempre, un cuarto blanco, personas vestidas de blanco, yo con mi vestido blanco pero esta vez limpio y sin manchas. La voz continuaba pero estaba vez no me decía que corriera, no, solo me pedía una cosa. Si!! todo volvía a la normalidad ahora estaba en mi hogar, no sé si era el cielo o como ellos lo llamaban, Manicomio, era mi hogar, rodeada de personas y la voz de mi cabeza que me pedía: Mátalos a todos! Me encantaba el blanco pero no para mancharlo de barro en el bosque, sino para mancharlo de sangre, en mi hogar.