Lo siguiente son vivencias contadas por otras personas y que he escuchado (no soy chismoso) de otras personas desde la escuela hasta el día de hoy. Pensaba que el placer lo era todo pero no. Hay mucho las allá de la penetración y el orgasmo.


"Si. Nosotros hacemos el amor, pero no siento nada porque el nada más quiere meterla hasta venirse. Yo lo dejo hasta que termina y se cansa. El piensa que solo meter y sacar da placer y es todo lo contrario. Lo que me dan ganas de empujarlo se encima de mi cada vez que se encarama. Pienso dejarlo".
"My" (7mo grado. Secundaria).



"No sé cómo decirle que ya no me gusta. Hacemos el amor y todo pero ya es solo un hábito. A veces me cuesta tener una erección. Ella debe saberlo, pero está obsesionada. Al inicio todo era muy bonito pero ya estoy cansado de todo eso".
"J" (Trabajador 44 años)


"He notado que eyacula poco. Ya no se queda a mi lado cuando terminamos. Hacer el sexo es algo mecánico. Rutina. Es muy molesto. Tengo que fingir que me gusta y ya no soporto más".
"Sj" (Trabajadora oficina 35 años).

Son algunos ejemplos y algo en común es que muchos fingen placer incluso cuando todo se está desmoronando o porque necesitan "darse un tiempo" (el clásico batazo) en la relación. Todo cansa, incluso el sexo. Para que vean que todo no está en los genitales, sino en el cerebro.