Creer en uno mismo mejora la autoestima, la seguridad y te prepara en diversas situaciones de la vida diaria. Y tu. ¿Crees en ti mismo?
Si esto fuera así no habrían tantas personas asistiendo a consultas a nivel mundial para resolver un problema de autoestima. Digo... Se trata de autoestima no?
Para quien no lo sabe, la autoestima está directamente ligada a la salud emocional y al bienestar, siendo así una de las variables más importantes de la armonía con el entorno.
Pero que sucede cuando te conviertes en tu peor enemigo?
Puede afectar negativamente a las distintas áreas de su vida, según sea el caso. Causa sufrimiento e impide lograr muchas de nuestras metas o deseos. Las pautas negativas de pensamiento asociadas a la baja autoestima, por ejemplo, pensar que todo lo que haces te va a ir mal, pueden provocar problemas graves de salud mental, como depresión o ansiedad. Es paralizante, y hace que sea difícil probar cosas nuevas o llevar a cabo las distintas tareas del día a día, así como iniciar un nuevo hobby o un juego, o buscar un empleo. Esto impide vivir la vida que uno quiere, y lleva a la frustración y al malestar al cabo del tiempo.
Afortunadamente, tiene solución, pero esa solución no es de un "simple creer en mí" se necesita muchas cosas, y autoconocimieto, en muchos casos hasta terapia.
Hay que tener en cuenta que la autoestima sana es diferente al orgullo o ego, que de manera excesiva puede convertirse en Narcisismo.
Existen 4 tipos de autoestima, pero como nos iremos del hilo no las mencionaré ahora.
Así que siguiendo por donde nos toca, la autoestima puede repararse, pero no se hace chasqueando los dedos, y creer en ti es un paso más que solo funciona cuando tienes el método. Pero para ello necesitamos conocer qué es lo que rompió tu auto espejo, cuáles fueron las causas y de ahí entonces se trabaja.
Quien se encuentra en esta situación y quiere salir de esta espiral negativa, solamente si realiza un duro trabajo de autorreflexión y reconoce su nivel de autoestima podrá mejorarla y, por tanto, incrementar su bienestar. En algunos casos, la persona no puede lograrlo por sí sola, así que será necesario acudir a un psicólogo especialista. Aún y así, es la persona que quiere cambiar quien ha de esforzarse para lograrlo, puesto que el psicólogo sólo facilita las herramientas para el cambio.
Los pensamientos que tenemos sobre nosotros mismos pueden ser dañinos, o a veces usar una autocrítica con la finalidad de "mejorar algo" pueden romper la autoestima, pero son solo opiniones y nunca han dejado de serlo. Opiniones que se basan en las experiencias que has tenido en la vida, y los mensajes que estas experiencias han aportado para que formes una imagen de quién eres. Si has tenido malas experiencias, es probable que la valoración sobre ti misma sea negativa. Las experiencias cruciales que ayudan a forjar estas creencias negativas o positivas sobre nosotros mismos es muy posible (aunque no siempre) que ocurran en edades tempranas, siendo la mayoría responsabilidad de la familia, aunque no lo creas.
Hasta ahora lo que has visto, sentido y lo que has experimentado durante la infancia y la adolescencia, en tu familia, la escuela o la comunidad en general tienen un efecto determinante a la hora de valorarte a ti mismo en el futuro.
Ejemplos de estas experiencias podrían ser...
Castigo sistemático o abuso
No cumplir con las expectativas de los padres
No cumplir con las expectativas del grupo de las amistades y los compañeros
Ser el “chivo expiatorio” de otras personas en momentos de tensión o angustia
Pertenecer a familias o grupos sociales caracterizados por la falta de afecto y el desinterés
Ser tratado como la oveja negra de la familia o la escuela
Otras causas además de las anteriores, en ocasiones pueden ser las valoraciones negativas sobre uno mismo que vienen provocadas por experiencias negativas que han sucedido más tarde en la vida. Por ejemplo: Rupturas de pareja dolorosas o relaciones abusivas, estrés persistente, bullying o mobbing, etc. Por tanto, la relación entre problemas psicológicos y autoestima es una realidad.
Si quieres dejar de ser una de esas personas con autoestima baja, puedes seguir estos consejos para dejar de ser tu peor enemigo y mejorar la opinión que tienes de ti mismo.
1. Ponte objetivos realistas
Sentirse frustrado por pretender alcanzar metas excesivamente difíciles favorece que aparezca la baja autoestima. El motivo es más simple de lo que parece: si con frecuencia vemos que a pesar de nuestros esfuerzos no conseguimos aquello que queríamos obtener, eso hace que nos sintamos más pequeños que el entorno en el que vivos, el cual pasa a parecernos hostil. Tenderemos a centrar nuestra atención en ese supuesto fracaso, y no en los matices acerca de por qué nos propusimos esa meta en primer lugar o por qué no valoramos bien nuestras posibilidades.
Eso no significa que no seamos ambiciosos, significa que debemos poner cuidado a la hora de sopesar nuestras posibilidades y considerar si nos falta preparación o medios materiales para aspirar a conseguir algo.
2. No te compares con los demás
Compararse con los demás nos lleva a caer en un círculo vicioso; una vez hemos entrado en esa mentalidad competitiva, es difícil detenerse. La obsesión por querer superar a los demás es capaz de impedirnos disfrutar de nuestros logros sin pasar a sentir malestar por seguir estando "por debajo" de alguien que nos supera en cierta habilidad.
3. Aprecia tus cualidades
Otro de los consejos más útiles para dejar de tener baja autoestima y amarse a uno mismo es pararse a pensar en nuestros méritos y nuestros logros cuando alcanzamos uno que sea significativo para nosotros.
Si detectas que tienes un problema de autoestima serio y lo anterior no ha funcionado, es necesario que lo soluciones lo antes posible porque no tienes que seguir sufriendo más tiempo. Así que, en vez de esconderte y mirar para otro lado, puedes hablar con tus familiares o amigos íntimos y hablar abiertamente de lo que sucede y recibir apoyo, incluso si necesitas de un especialista.
Luego se eso, entonces comenzaremos a pensar en que si podemos creer en nosotros mismos.