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Novelas Corazón

YINGYANG

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Cuando mi hijo era niño y tal vez alguno de ustedes también, se dió la batalla por el regreso de Elian González. A raiz de eso, el comandante Fidel Castro orientó regalar a cada niño un libro muy antiguo que mi mamá lo leyó de niña pero que no deja de ser hermoso y lleno de enseñanzas.
Si no lo tienen busquen el libro Corazón. Es un libro muy hermoso que será del gusto de los pequeños de casa.
 
A mí me parece un buen libro para moldear los principios de los jóvenes dándoles a entender fundamentos para diferenciar el bien del mal. Además desde las primeras páginas apoya conceptos nacionalistas y un amor profundo por la patria y el prójimo; así como valores más simples como la honradez. Por desgracia -tal vez mi edición cubana está súper mal hecha- el libro está lleno de erratas en cuanto a las fechas del diario, las características de los personajes, etcétera. Comparto muy poco de lo expresado en ese libro, pero sin dudas cumple los objetivos... sin embargo... ya casi nadie lo lee... en fin... dicen que es una especie de iluminación para la mente joven... pero casi lo hacen un dogma esotérico... en todo caso si lo leen... se debería ver como un vistazo infantil sobre las características sociales de Italia en esa época... no como enseñanzas puras e innegables...
 
Yo realmente no me acuerdo y eso que no estoy muy alejado de esa época ya que era un niño también cuando sucedió eso. Lo que si recuerdo que dieron un pequeño álbum de fotos de elian y su papá que creo que por ahí tengo guardado.
 
un pequeño álbum de fotos
Las fotos eran en cartón, como postales, venían en un sobre y había que pagarlas. También hubo que escribir cartas a Elian -____-), las mejores las enviaban a no sé donde.

Pero el recuerdo más... dejémoslo en ¨fuerte¨, era ser un niño que no sabe nada de la vida y ver x tv horas de tribuna abierta. Yo bajaba la cabeza para dormir y la profesora me regañaba. Un ciclo interminable, y hablo de este recuerdo porque es contemporáneo a lo de Elian.

Sobre el libro corazón, nada que decir, no lo he leído. Aunque quizás lo haga, ya una vez me llevé una sorpresa enorme cuando decidí leer El Principito.
 
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