Crysus Raven
Nivel 2
- 69
- 107
Salía de una ardua jornada laboral, sin muchos animos de llegar a casa. Eran alrededor de las 10 pm por lo que decidí comprar unas cervezas y una cajetilla de cigarros en el minimarket aledaño a la empresa. La noche estaba un poco fría y solitaria; incluso el establecimiento se encontraba desierto. Entré sin hacer mucho ruido, me dirigí hacia mis consumibles y luego pasé por caja. Un momento bastante desagradable la verdad. Detrás del mostrador se encontraba una cría absorbida por la pantalla del cel y la ensordecedora música que sonaba en sus auriculares. Durante unos minutos, estuve intentando sacarla de su trance con vanos intentos, hasta que al fin se percató de mi presencia al alzar la mirada mientras reía, tal vez, por uno de esos "memes" que los jóvenes usan hoy en día. Con cara de pocos amigos se levantó de su asiento y apurada por regresar me cobró la compra a una velocidad impresionante. Tomé la bolsa y me marché hacia mi auto.
Mientras conducía por las calles del centro sonaba en la radio una emisora de noticias:
--- "Los conflictos en Ucrania siguen cobrándose vidas inocentes"... "Explota una bomba en el metro de Ecuador causando grandes daños a la infraestructura"... "Continúan las muertes por covid y los infectados de viruela del mono en Latinoamérica"... "El expresidente de los EU gastó 3 millones de dólares en la construcción de un nuevo dron capaz de reconocer a sus víctimas para evitar daños extras" --- Un poco de estática comenzó a escucharse por lo que tuve que apagarla.
--- El mundo cada día va a peor. --- Refunfuñé entre dientes mientras esperaba al cambio de color del semáforo. .
Cuando me disponía a acelerar cruzó el paso peatonal un distraído transeúnte y acto seguido, a toda velocidad, un automóvil, saltándose el pare obligatorio del sentido contrario. Entre ambos sucesos, el semáforo había vuelto a estar en rojo, cosa que me cabreó un poco por la demora ocasionada.
Ya era pasada la medianoche así que conducí lo más rápido que pude para descansar antes de iniciar otro aburrido día. Dejé el auto en el garaje y caminé hacia la sala de estar. Al no tener sueño me quité la ropa que traía y me senté en el sofá a relajarme. Encendí la tele y busqué el canal de los deportes con la suerte de que televisaban momentos divertidos del mundial. Abrí una de las cervezas y le di un sorbo para refrescar. Unos minutos después saqué un cigarrillo y al momento de encenderlo noté algo que me dejó totalmente atónito. Una sombra se acercaba lentamente en la oscuridad. Intenté tomar el teléfono para llamar a la policía pero ni siquiera tenía tono...
--- Toma asiento Charles. No tiene caso asustarse, hablemos con calma. — Aclamó con voz suave y presuntuosa.
--- ¡¿Quién eres y por qué estás en mi casa? ¿Cómo entraste?!
--- Hay cosas que escapan de tu entendimiento querido, y ésta es una de ellas. --- Abrió sus manos en señal de obviedad.
--- ¡No entiendo cómo sabes mi nombre! ¿Acaso nos conocemos? ¿Eres alguna especie de acosador?
--- No te sorprendas, me conoces bien. Numerosas veces me has solicitado. Soy todo y a la vez nada, soy el principio y el fin. --- Lentamente regresé a mi lugar del sofá mientras él se sentaba en el otro extremo.
--- ¿De qué estás hablando? ¿Por qué debería conocerte o siquiera mentar tu nombre? ¿Acaso estás loco?
--- Todos lo estamos, el mundo es nuestro manicomio. --- Sonrió burlesco.
--- Un comentario bastante sarcástico viniendo de alguien que se coló en mi casa en medio de la noche.
--- Solo vine a terminar mi trabajo, ha pasado suficiente tiempo.
--- ¿Trabajo? ¿Asesinar personas es para ti un trabajo? --- Con suaves movimientos se levanta, toma el control remoto de la mesita de café y recoge el cigarrillo que había tirado.
--- Espero te hayas divertido bastante disfrutando de éstos vicios. Terminarían matándote en algún momento... aunque eso ya no importa. --- Se quedó observando desde la oscuridad que cubría su rostro y me extendió el brazo entregando ambas cosas.
Una extraña sensación recorre mi cuerpo; no me había percatado antes pero al tocar el guante negro que cubre su mano sentí un intenso frío en el ambiente. Sin preámbulo llevo el cigarrillo a mi boca, lo prendo e inhalo una enorme bocanada de nicotina.
--- ¿Y el control remoto?, ¿para qué lo necesito?
--- ¡Adelante, cambia el canal! Lo que verás te ayudará a entender las cosas... --- Algo impaciente señala hacia la pantalla.
En la tele corre un reportaje con imágenes de un fatídico accidente en el que una mujer y un niño habían perdido la vida a manos de un conductor ebrio, el cual, se saltó varios semáforos en rojo antes de impactar contra sus víctimas.
--- ¿No entiendo el por qué me muestras ésto? ¿Qué tengo que ver en una catástrofe como esa? --- Incrédulo y atontado me quedo mirándole.
--- Diría que mucho... ¿Recuerdas las cosas que hiciste luego de salir del trabajo? Si aquellos hechos no hubiesen sucedido como lo hicieron pues todo hubiera pasado de forma diferente. Si aquella chica te atendía a tiempo y no hubieses reducido tu velocidad al escuchar las noticias, pues, el transeúnte que se cruzó en el camino, al haber llegado antes o después no cortaba tu paso y el auto que se saltó el semáforo estampaba contra el tuyo evitando pérdidas de vidas inocentes.
--- ¿Me estás diciendo que yo soy el culpable de que esas personas murieran y por ello vienes a cobrar la penitencia? --- Mi cara estupefacta lo decía todo.
--- No pienses de esa forma. Eres una víctima de las casualidades de la vida como todos en el mundo. Mi deber es ayudar a que tus arrepentimientos se esfumen y ya va siendo hora de terminar con éste bucle.
Mi cuerpo totalmente aterrorizado quiere escapar de allí lo más pronto posible pero no responden los músculos. Solo tiembla mientras la muerte se acerca lentamente.
--- ¿Qué sucede? Si te portas bien todo acabará rápido. --- Se vuelve a sentar ésta vez a un lado; poco a poco recuesta mi cabeza en su regazo y me acaricia el pelo intentando calmarme.
--- ¡T.. t. tengo miedo, no quiero morir! No así... --- Algunas lágrimas corren por mis mejillas entre sollozos.
--- Charly... Charly... Es difícil de aceptar por la forma injusta en que sucedió pero, moriste junto a tu madre en aquel fatídico accidente. Todo ésto fue solo un sueño efímero, y tú, ya debes descansar.
Mientras conducía por las calles del centro sonaba en la radio una emisora de noticias:
--- "Los conflictos en Ucrania siguen cobrándose vidas inocentes"... "Explota una bomba en el metro de Ecuador causando grandes daños a la infraestructura"... "Continúan las muertes por covid y los infectados de viruela del mono en Latinoamérica"... "El expresidente de los EU gastó 3 millones de dólares en la construcción de un nuevo dron capaz de reconocer a sus víctimas para evitar daños extras" --- Un poco de estática comenzó a escucharse por lo que tuve que apagarla.
--- El mundo cada día va a peor. --- Refunfuñé entre dientes mientras esperaba al cambio de color del semáforo. .
Cuando me disponía a acelerar cruzó el paso peatonal un distraído transeúnte y acto seguido, a toda velocidad, un automóvil, saltándose el pare obligatorio del sentido contrario. Entre ambos sucesos, el semáforo había vuelto a estar en rojo, cosa que me cabreó un poco por la demora ocasionada.
Ya era pasada la medianoche así que conducí lo más rápido que pude para descansar antes de iniciar otro aburrido día. Dejé el auto en el garaje y caminé hacia la sala de estar. Al no tener sueño me quité la ropa que traía y me senté en el sofá a relajarme. Encendí la tele y busqué el canal de los deportes con la suerte de que televisaban momentos divertidos del mundial. Abrí una de las cervezas y le di un sorbo para refrescar. Unos minutos después saqué un cigarrillo y al momento de encenderlo noté algo que me dejó totalmente atónito. Una sombra se acercaba lentamente en la oscuridad. Intenté tomar el teléfono para llamar a la policía pero ni siquiera tenía tono...
--- Toma asiento Charles. No tiene caso asustarse, hablemos con calma. — Aclamó con voz suave y presuntuosa.
--- ¡¿Quién eres y por qué estás en mi casa? ¿Cómo entraste?!
--- Hay cosas que escapan de tu entendimiento querido, y ésta es una de ellas. --- Abrió sus manos en señal de obviedad.
--- ¡No entiendo cómo sabes mi nombre! ¿Acaso nos conocemos? ¿Eres alguna especie de acosador?
--- No te sorprendas, me conoces bien. Numerosas veces me has solicitado. Soy todo y a la vez nada, soy el principio y el fin. --- Lentamente regresé a mi lugar del sofá mientras él se sentaba en el otro extremo.
--- ¿De qué estás hablando? ¿Por qué debería conocerte o siquiera mentar tu nombre? ¿Acaso estás loco?
--- Todos lo estamos, el mundo es nuestro manicomio. --- Sonrió burlesco.
--- Un comentario bastante sarcástico viniendo de alguien que se coló en mi casa en medio de la noche.
--- Solo vine a terminar mi trabajo, ha pasado suficiente tiempo.
--- ¿Trabajo? ¿Asesinar personas es para ti un trabajo? --- Con suaves movimientos se levanta, toma el control remoto de la mesita de café y recoge el cigarrillo que había tirado.
--- Espero te hayas divertido bastante disfrutando de éstos vicios. Terminarían matándote en algún momento... aunque eso ya no importa. --- Se quedó observando desde la oscuridad que cubría su rostro y me extendió el brazo entregando ambas cosas.
Una extraña sensación recorre mi cuerpo; no me había percatado antes pero al tocar el guante negro que cubre su mano sentí un intenso frío en el ambiente. Sin preámbulo llevo el cigarrillo a mi boca, lo prendo e inhalo una enorme bocanada de nicotina.
--- ¿Y el control remoto?, ¿para qué lo necesito?
--- ¡Adelante, cambia el canal! Lo que verás te ayudará a entender las cosas... --- Algo impaciente señala hacia la pantalla.
En la tele corre un reportaje con imágenes de un fatídico accidente en el que una mujer y un niño habían perdido la vida a manos de un conductor ebrio, el cual, se saltó varios semáforos en rojo antes de impactar contra sus víctimas.
--- ¿No entiendo el por qué me muestras ésto? ¿Qué tengo que ver en una catástrofe como esa? --- Incrédulo y atontado me quedo mirándole.
--- Diría que mucho... ¿Recuerdas las cosas que hiciste luego de salir del trabajo? Si aquellos hechos no hubiesen sucedido como lo hicieron pues todo hubiera pasado de forma diferente. Si aquella chica te atendía a tiempo y no hubieses reducido tu velocidad al escuchar las noticias, pues, el transeúnte que se cruzó en el camino, al haber llegado antes o después no cortaba tu paso y el auto que se saltó el semáforo estampaba contra el tuyo evitando pérdidas de vidas inocentes.
--- ¿Me estás diciendo que yo soy el culpable de que esas personas murieran y por ello vienes a cobrar la penitencia? --- Mi cara estupefacta lo decía todo.
--- No pienses de esa forma. Eres una víctima de las casualidades de la vida como todos en el mundo. Mi deber es ayudar a que tus arrepentimientos se esfumen y ya va siendo hora de terminar con éste bucle.
Mi cuerpo totalmente aterrorizado quiere escapar de allí lo más pronto posible pero no responden los músculos. Solo tiembla mientras la muerte se acerca lentamente.
--- ¿Qué sucede? Si te portas bien todo acabará rápido. --- Se vuelve a sentar ésta vez a un lado; poco a poco recuesta mi cabeza en su regazo y me acaricia el pelo intentando calmarme.
--- ¡T.. t. tengo miedo, no quiero morir! No así... --- Algunas lágrimas corren por mis mejillas entre sollozos.
--- Charly... Charly... Es difícil de aceptar por la forma injusta en que sucedió pero, moriste junto a tu madre en aquel fatídico accidente. Todo ésto fue solo un sueño efímero, y tú, ya debes descansar.