Si escuchamos el término “vampiro”, probablemente lo primero que nos viene a la mente es el nombre de Drácula, y esto es debido a la gran cantidad de referencias que se han hecho de él a lo largo de la historia del cine y la literatura. Drácula se ha convertido en el vampiro por antonomasia, y circula en el imaginario de la gente aun cuando tal vez jamás hayan leído la novela de Bram Stoker. Sin embargo, como consecuencia de haber sido tan retomado y nombrado en tantas obras literarias, cinematográficas y artísticas en general, la percepción que se tiene de él también se ha modificado en gran medida, y muchas veces incluso termina siendo algo completamente distinto al personaje original de la novela. Por todo esto, me parece pertinente dar algunas razones por las cuales deberíamos leer a Drácula y conocer mejor a este personaje tan influyente en la cultura popular durante todo el siglo XX y XXI.
1.- La imagen equivocada de Drácula
La primera razón que tenemos para leer Drácula, tiene que ver con lo ya mencionado antes, esto es: la distorsión en la figura de Drácula que tenemos como consecuencia de tantas obras que han retomado su nombre, y es que si bien esto ha servido para que el personaje sea conocido por prácticamente todo el mundo, también produce muchas confusiones, tanto de las características físicas como de la personalidad de este vampiro, llegando incluso a extremos casi caricaturescos en algunas adaptaciones. Es así que sólo leyendo la novela nos podemos dar cuenta de lo que es exactamente esta figura creada por Bram Stoker.
2.- La estructura y belleza de la novela
La segunda razón para leer la novela es por el simple hecho de disfrutar la estética de la narrativa, y es que Drácula es una novela epistolar, esto significa que está compuesta a partir de cartas y diarios en primera persona, es decir, son los propios personajes los que nos van contando la historia que les ocurre en esos momentos. Esto le da un ritmo especial a la novela, y nos entrega puntos de vista distintos de un mismo hecho, dejándonos ver así con más claridad la personalidad de cada uno de los personajes que aparecen a lo largo de la historia.
3.- Las múltiples interpretaciones y simbolismos
Una razón más para leer Drácula es por la gran cantidad de interpretaciones que se le pueden hacer tanto a la novela en general como a lo que representan cada uno de los personajes, y es que es bien sabido que esta novela ha sido interpretada de multiples formas que van desde las visiones más clásicas, como lo es el tono erótico con el que cuenta algunas escenas, hasta interpretaciones menos conocidas o exploradas, como lo es un posible discurso feminista que hay en ella.
4.- El contexto histórico
Otra razón para leer esta novela, es la que encontramos en cualquier obra de otro tiempo, y es esa posibilidad de observar la manera de pensar y de ser de toda una sociedad distinta a la nuestra, es decir, el contexto histórico. Y es que como sabemos, Drácula está situada en el siglo XIX, en un tiempo marcado por la alta moralidad que caracterizaba a la época victoriana, dándonos así una idea de lo fuerte que podía permear esto en el pensamiento de las personas y su manera de actuar en ciertos temas, como lo pueden ser la religión, la ciencia, o incluso temas más particulares, como las relaciones sentimentales entre las personas.
5.- La fuente de inspiración
Y por último, el hecho de que Drácula se haya convertido en una obra tan influyente durante décadas enteras, la convierte en una lectura casi obligada para entender la gran cantidad de guiños y referencias que hay de ella en toda la cultura popular de nuestro tiempo, ya que si bien Drácula no es la primer obra literaria de vampiros, ni mucho menos su origen, sí es la novela cumbre que ha inspirado a una gran cantidad de autores del género durante ya más de un siglo, y ha sido el arquetipo y base de la imagen que hoy tenemos del vampiro.


Estas son entonces algunas de las razones por las cuales considero que deberíamos leer Drácula, ya que incluso cualquier persona aunque no sea seguidora de este tipo de literatura gótica o de terror, puede llegar a disfrutar y encontrar en ella un interés que rebasa el género