Bueno, creo que un poco de los dos. El tema es como cada cual ve o visualiza el tema conveniencia y el tema gusto.
Para mi un poco de ambos, en exacto equilibrio. De otro modo, estaría prostituyendo mis creencias y mis valores. Y ciertamente no es lo mismo prostituir que hacer el gusto beneficioso, sopesando una cosa con la otra.
Ahora, hay que tener en cuenta, que cada persona es un mundo totalmente diferente a otras y que lo que nos puede servir a nosotros a otros puede que lo dañen o no les tengan el mismo valor. Esto se debe más a las creencias y a los pensamientos que pueden ir moldeandose cómo recurso natural de adaptación, que no es lo mismo que encajar. Y los intereses personales tienen peso también.
Por ejemplo, a ver si me explico. Me podría convenir una pareja con mucho dinero y un gran estatus social, laboral y financiero. Sin embargo, para mí esas cosas son secundarias, y no tienen tanto peso, siendo según mis creencias que el valor está en las personas, no en los aditamentos. Como a todo el mundo, el dinero y lo demás puede hacerme falta y resolver problemas económicos, pero no es lo escencial en mi vida, no me determina. Y por supuesto, habrán personas opinen o tengan una creencia diferente, siéndo totalmente válido, siempre y cuando no se dañe desde un punto de vista global.
Creo que se trata de equilibrio, definitivamente es lo mejor.