"Yo me hago cargo de lo que digo, no de lo que tú entiendes" - Es importante tener en cuenta que la comunicación es un proceso bidireccional, por lo que ambas partes tienen responsabilidad en el entendimiento del mensaje. Si la persona que habla no se asegura de que su mensaje sea claro y entendible, no puede culpar al receptor por no entenderlo correctamente.
"Yo me hago cargo de lo que escribo, no de lo que tú lees" - Similar al punto anterior, la responsabilidad de la comunicación escrita también recae en el escritor. Si el mensaje no se expresa claramente o se utiliza un lenguaje ambiguo, no se puede esperar que el lector lo entienda de la manera deseada.
"Yo me hago cargo de lo que hago, no de lo que tú percibes" - Si bien es cierto que cada persona tiene derecho a su propia perspectiva, también es importante reconocer que nuestras acciones pueden tener diferentes interpretaciones para otras personas. La intención detrás de una acción no siempre es lo que importa, sino cómo se percibe por otros.
"Yo me hago cargo de lo que soy, no de lo que tú deduces" - Aunque cada persona tiene el derecho a definirse a sí misma, también es importante tener en cuenta que la forma en que se comporta y se comunica puede llevar a deducciones y conclusiones por parte de otros.
"Yo me hago cargo de mis emociones, no de tus reacciones" - Si bien es importante tener control sobre nuestras propias emociones, no podemos controlar cómo otras personas reaccionan a nuestras acciones. Es importante ser conscientes de cómo nuestras acciones pueden afectar a otros y estar dispuestos a asumir la responsabilidad por cualquier daño que podamos causar.
"Yo me responsabilizo de mi vida, por favor, hazte cargo tú de tus proyecciones" - Si bien es importante asumir la responsabilidad de nuestras propias vidas, también es importante reconocer que nuestras acciones pueden tener efectos en otros y estar dispuestos a abordar cualquier problema que surja en las relaciones interpersonales. No podemos simplemente ignorar las proyecciones de otros como si no tuvieran importancia.